Comunidad en tiempos del Coronavirus
Ahora que damos clases por Zoom, los chavos empiezan a conectarse entre 10 y 5 minutos antes de que inicie la clase (son más puntuales virtualmente que presencialmente. Yo digo que es porque ya no hay la excusa del tráfico). El viernes pasado, uno de mis alumnos (normalmente muy alegre y buen estudiante), les dice a los compañeros, "Cracks, cuando se acabe la clase, no se desconecten, hay que quedarnos platicando, por favor". Yo, medio en broma, medio en serio, les dije, "chavos, no dejen solo a Fulanito, que tiene ganas de platicar". A lo que el chavo dice, "sí, miss, le prometo que si esto sigue así, de no poder salir ni platicar bien, para la siguiente semana ya voy a estar todo deprimido". Sé que parte de esa aseveración es que en la adolescencia (y en la adultez también, la verdad) se da más el drama, pero sé también que el pesar de mi alumno era genuino: necesitamos conectar con los demás . En teología, me gusta cómo se explica que la Trinidad