Después del 9m

Creo firmemente que recuerdas lo que experimentas, o lo que tiene un significado para ti. 
Por ello, y al ser maestra -mayoritariamente de prepa- intento que los conceptos más importantes de una materia sean entendidos por los estudiantes de una forma vivencial. Aclarando que estoy lejísimos de ser una experta en el tema y que he ido tomando ideas de aquí y de allá con el paso de los años, lo que hago es hacer "simulaciones" para que los chavos puedan sentir empatía hacia el evento histórico que estamos estudiando. 

Un par de ejemplos:
- Cuando vamos a empezar a ver "imperialismo" (a finales del siglo XIX los países europeos se sentían con la justificación cultural, ideológica, etc. de colonizar regiones de África y del sudeste asiático e implantar su idioma, su cultura, etc.), llega una persona desconocida al salón (si acaso leen esto: gracias amig@s que me han ayudado con esto!) y para sorpresa de los chavos, nos informa que yo he sido removida de mi cargo como maestra y que ahora él/ella tomara el grupo, que modificará el idioma de la clase a portugués/alemán/francés, que todos deben escribir ahora con la mano izquierda y que deben sentarse en el piso. No todos se la creen, pero por unos 10 minutos experimentan la idea de lo que sintieron los pueblos africanos y asiáticos al ser colonizados y su forma de vida cambiada radicalmente.

- Al ver los dictadores del período entre-guerras (Mussolini, Franco, Stalin, Hitler), le pido al/a estudiante más intensa/o del salón que sea nuestro dictador por los primeros 10 minutos durante 3 clases. El dictador nos pone (a mí también) a hacer ejercicio, nos hace cantar canciones para exaltar sus virtudes, tiene su policía secreta y su guardia nacional (entre los mismos alumnos) por si alguien se rebela. Y cosas por el estilo...jeje (nadie me denuncie con Derechos Humanos, prometo que nunca se pone tan extremo). El caso es que, aunque saben que es una simulación, alguna sensación de lo que experimentan las personas al vivir en un régimen totalitario se les queda a los chavos.

Cuando nos toca ver "Primavera de Praga", (movimiento, tristemente fallido, de Checoslovaquia por liberarse de la URSS en 1968. Ellos querían un "socialismo con rostro humano", pero al estar conscientes los checos que jamás podían ponérsele al 'tú por tú' a los rusos, deciden crear estrategias de "resistencia civil" -auto-inmolaciones, desafíos a los toques de queda, etc.- para hacerle frente a la invasión soviética), intentaba hacerles creer a los chavos que la Prepa había cambiado la calificación requerida para aprobar la materia de 70 a 80, y que me parecía injusto que varios no fueran a aprobar con la nueva regla pero que ni modo. La idea era que los mismos chavos intentaran pensar en formas de expresar su descontento dentro de una relación de poder asimétrica (el sistema Tec en este caso, y ellos como 'simples alumnos'). La verdad es que esta simulación era la que menos me funcionaba para que entendieran el concepto de "resistencia civil". Tal vez era que no me creían o que la situación no les causaba suficiente enojo.

Y entonces pasó algo que nos indignó a todos: actos tan crueles que no nos permitieron seguir indiferentes: Abril, Ingrid, Fátima. Nos enojamos. Nos organizamos. Debatimos. Resistimos. Abrimos conversaciones que antes era impensable tener. Aprendimos a escuchar lo diferente, a tender puentes, a construir juntos. Sé que esta no fue la experiencia de todos en estas últimas semanas, pero con todo y que yo también tuve mis momentos de exabrupto, creo que sí aprendí. Aprendí de diálogo, de feminismo, de paros y de ideologías. Aprendí de paciencia, de auto-control (a veces jeje), y de la importancia de poner también la indignación en manos de Dios.

Estas últimas semanas no necesité enseñarle a mis alumnos sobre 'resistencia civil'. El país se los enseñó solo. Se abrieron espacios en clase para hablar sobre el acoso, el machismo y la desigualdad que aún existe por haber nacido mujer. Las alumnas denunciaron a sus agresores, hubo muchos abrazos (no balazos), lágrimas y re-significación de lo que es y lo que no es una relación de noviazgo sano. También hablamos de lo que esto implica para los hombres, de entender que no es una lucha de hombres contra mujeres (ni de buenos contra malos), sino todos en contra de un sistema cultural-social-ideológico que no nos ha permitido vernos como auténticas personas con igual dignidad. Esto último ya no lo dije explícitamente porque *escuela laica*, pero estaba debajo de todo: la idea de Madre Teresa que "fuimos creados, y creadas, para cosas MÁS grandes: para amar y ser amados".

Paré el 9 de marzo, como la mayoría de mis compañeras profesoras y la mayoría de mis alumnas. Paré porque me pareció justo eso: una resistencia civil: una visibilización de la importancia de atender el acuso, el abuso, el feminicidio, a través de, irónicamente, la invisibilización de las mujeres. ¡Paré porque estamos unidas en lo importante! Creo que a veces no estamos tan divididos como pensamos, solo estamos distraídos. Distraídos por los medios, por los muros que hemos construido alrededor de nosotros mismos o por un miedo terrible a que tal vez...solo tal vez, el otro y la otra que me parecen tan amenazantes también están buscando el bien. 

Sé que no todos piensan así y está bien. Sé que hay quienes piensan que no se es feminista a menos que seas pro-aborto, y sé que hay quienes piensen que no puedes luchar por las causas sociales junto a quienes piensan distinto y ser católica. Pero creo que somos muchos los que queremos construir puentes, y hacer de nuestras paredes, 'paredes porosas' en donde quepa todo lo que es "bello, bueno y verdadero", como menciona la encíclica Nostra Aetate: [la Iglesia] "Considera con sincero respeto los modos de obrar y de vivir, los preceptos y doctrinas que, por más que discrepen en mucho de lo que ella profesa y enseña, no pocas veces reflejan un destello de aquella Verdad que ilumina a todos los hombres"(Vaticano, 1965).

Por ello es que destaco que una de las cosas positivas dentro de la polarización de las últimas semanas es que México ha sido el salón de clases perfecto. No solo para aprender sobre resistencia civil, sino sobre empatía, derechos humanos, solidaridad, tolerancia y valentía. Me declaro una eterna aprendiz, alguien que a veces hace todo al revés, pero que está dispuesta a seguir aprendiendo de quien piensa diferente y de quien piensa igual. Ojalá nos sigamos dando la oportunidad de aprender unos de otros en paz, con sincero respeto y deseo de entendernos mutuamente.

Por cierto, les dejo algunas fotos de la Primavera de Praga:

Resultado de imagen para flowers in tanks prague

Comentarios

  1. Gracias Tere, me encantó la figura de la pared que tiene poros

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Beto! Qué gusto leer tu comentario :) Es una imagen que aprendí en Boston College y también me encanta!

      Eliminar
  2. Tere!!! me encanta leerte. Inspiras a miles a ir por el buen camino. Un abrazo!!!

    ResponderEliminar

Publicar un comentario