La diferencia entre tener 30 (y tantos) y tener 20 (y tantos)
Hay que decirlo: aunque para muchos los 30s sí son los nuevos 20s (pero con dinero, dirán los suertudos), hay cosas que cambian de una década a otra de forma tan gradual que en lo que menos piensas ya te convertiste en tu propia mamá y te encuentras regañándote por estar comiendo comida de la calle en lugar de un licuado hecho en casa de apio y nopal. Pero más allá de desarrollar poca tolerancia a los tacos de 5 por $10 pesos, hay otras diferencias obvias en la transición hacia los 30 como: - Ir más a showers, bautizos y piñatas que a bodas. - Tu metabolismo que era tan rápido como Tigger se ha alentado a estar permanentemente en modo Igor ('Eeyore' súper elegante se oye en inglés). - Tus hábitos de sueño se transforman en los de tu abuelita y prefieres dormirte a las 10 pm (para despertarte fresco a las 6:00 am a hacer tu rutina de ejercicio, espiritual, etc.) que desvelarte en la fiesta como cuando tenías 22. Las diferencias no tan obvias entre tus 20 y tus 30 también