"Not all who wander are lost" JRR Tolkien

Como primer punto, ¿no creen que hay palabras que no tienen una buena traducción entre idiomas? Por ejemplo "wander". En español lo tendríamos que traducir como "vagar", "deambular", "caminar sin rumbo fijo" o "andar errante". Creo que ninguna de esas expresiones le hace justicia a "wander" pero a falta de valor para inventarme una palabra nueva en español (ya ven que Mary Poppins sí se andaba inventando palabras como "supercalifragilisticoespiralidoso"), podemos traducir la célebre frase del autor de 'El Señor de los Anillos' como:
"No todos los que andan errantes están perdidos"
Y es cierto.
Pero antes de seguir, quiero dejar claro que yo soy la fan número 1 de las 'to do lists' (otra expresión sin buena traducción jiji), las agendas, los planes de vida, etc. Creo que es importante tener al menos un grado básico de planeación y organización en la vida (muchas mamás -y Marie Kondo- dirían que un alto grado de planeación y organización en la vida) y admiro con todo mi ser a las personas que han abrazado un proyecto de vida (llámese trabajo específico, negocio propio, ministerio, etc.) y se han mantenido inamovibles en él. El Espíritu se manifiesta en la estabilidad.
Sin embargo, creo que el "andar errante" -wandering- no es sinónimo de falta de metas o de estar perdido(a). Muchas veces es más bien sinónimo de hambre de vida, de querer verlo todo, de buscar el propio lugar en el mundo, y de sed de trascendencia. Conozco (y sé que ustedes también) a alguien que se cambió 3 veces de carrera -y que cada una de esas etapas le aportó experiencias y conocimientos singulares para su propósito específico de vida-, a alguien que va por la vida empezando proyectos -desde crear grupos de jóvenes o probando trabajos en diferentes industrias- y que aunque sea poco tiempo el que 'se quede', marca una diferencia porque 'por corto que sea el camino, quien pisa fuerte, deja huella'. El Espíritu también se manifiesta en el movimiento.
Habrá personas errantes que sí se sientan perdidas, pero hoy abogo por todas aquellas que andamos errantes y que sin embargo, creemos que nuestros 'vagabundeos' tienen un sentido más allá de lo evidente. El domingo en misa me llamó muchísimo la atención una parte del evangelio de Mateo que cuenta que '(Jesús) dejando Nazaret se estableció en Cafarnaún, junto al mar en el territorio de Zabulón y Neftalí (Mt 4, 12)'. Me gustó imaginar a Jesús discerniendo el mudarse, el cambiar, el dejar Nazaret y establecerse en otra ciudad. Los 3 años de vida pública de Jesús podríamos hablar de un movimiento constante: 'Jesús dijo a sus discípulos, 'pasemos a la otra orilla' (Mc 4, 35)', 'Jesús, pasando por en medio de ellos, se fue de ahí y volvió al otro lado del Jordan' (Juan 10, 41), 'Vamos a las ciudades vecinas' (Mc 1, 38). ¡Jesús se movía! Pasaba, iba, regresaba, se alejaba, volvía, probablemente pensando en el salmo 120 que dice 'Yo te guardaré en tus ires y venires ahora y por siempre'.
Así que...la próxima vez que me sienta medio vagabunda y muy nómada, pensaré en Jesús, en su confianza radical y en su valentía de siempre estar en camino. Pienso también en una de mis citas favoritas del antiguo testamento, 'Ya se te ha dicho lo que es bueno y lo que el Señor exige, tan solo que ames con ternura, que practiques la justicia y que camines humildemente con tu Dios' (Miq 6, 8). Tal vez ahí está el secreto de andar errante pero no perdida, la noción padrísima de que no camino sola.

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