Sororidad: más que una palabra de moda

Probablemente algunos leyeron los 'tuits' recientes de Eiza González en donde exige que no se le use para criticar a otra mujer, en este caso, a Belinda. No ahondaré en el tema de las parejas o exparejas de estas chicas: Christian Nodal, Lupillo Rivera o Timothée Chalamet (porque Buscando Calcuta no es Ventaneando, para empezar, y porque desconozco muchísimo del tema, para terminar), pero sí en lo que la declaración de Eiza puede representar: la sororidad.

'Sororidad' es un término que acuña Miguel de Unamuno a inicios de la década de 1920 (cuando en muchos países, México incluido, aún ni siquiera se reconocía el derecho al voto de las mujeres) y que significa 'solidaridad entre mujeres'. Otras autoras, como Leslie Morgan, han definido 'sororidad' como 'una hermandad de mujeres que se ayudan' y algunas más como 'empoderamiento femenino mutuo'. 

¿Por qué creo que es necesario practicar este término de forma intencional?

Tal vez has escuchado alguna de las siguientes frases:

- 'una mujer es la peor enemiga de otra mujer'

- 'entre mujeres se destrozan con sus críticas'

- 'critican mucho al machismo, pero las mujeres son las más hostiles entre ellas'

Frases tristes, que...de algún lado salieron.

Algunas teóricas afirman que el sistema actual es quien ha propiciado esta 'competencia entre mujeres', ya sea por cuestiones físicas, académicas, estilos de vida, etc. Otras expresan que hay algo casi 'innato' que a las mujeres nos orilla a pecar con nuestras palabras, a través de la crítica y la comparación. No estoy segura si comparto esas aseveraciones como 'absolutas', pero sí creo que podemos ser mucho más intencionales con nuestra sororidad. 

En lo particular, me siento muy bendecida por las amigas que he tenido a lo largo de mi vida. Hay mujeres que tienen más facilidad de tener amigos hombres que amigas mujeres (y puedo ver sus bondades, claro), pero no ha sido mi experiencia. Sí, tengo amigos hombres cercanos, pero los puedo contar con los dedos de una mano; para contar a mis amigas mujeres (gracias a Dios) me faltarían más que mis 20 dedos de manos y pies. Me he sentido apoyada y abrazada, tanto por mis amigas 'reales' como por mujeres que no conozco a profundidad pero de quienes no he recibido más que amabilidad. Sin embargo, me gustaría que esta experiencia que yo he tenido, fuera la experiencia de todas: que todas nos sintiéramos súper fortalecidas por el género femenino, que nos hiciéramos valientes unas a otras y que nuestras palabras fueran siempre de reconocimiento para otras mujeres.

¿Cómo se ve esta sororidad y este empoderamiento?

Se ve desde cosas aparentemente superficiales como llenar de likes las fotos que suben otras mujeres (y en verdad reconocer los logros o la belleza de ellas), el saber que 'otra mujer haciendo lo mismo que yo no es mi competencia, es mi aliada', y eligiendo comprarle a las mujeres que tienen negocios.

Aquí entra lo incómodo de siempre, 'pero, Tere, ¿estás diciendo que a los hombres no hay que darles likes en sus memes o sus fotos, o insinuando que no hay que comprar en sus negocios? No, estoy diciendo que cabemos todos en la mesa, pero que, como mujeres, necesitamos una intencionalidad de apoyo entre nosotras. Gracias a Dios, los likes no son limitados, y aunque el dinero sí lo es, creo que vale la pena el dar ese apoyo extra a los negocios y proyectos que emprenden las mujeres. ¿Por qué? primero, porque al menos en muchos sectores, hay muchísimos menos proyectos femeninos que masculinos, y segundo, porque estas creencias socioculturales de 'perfección sobre valentía' y 'calladita te ves más bonita', hacen que muchos proyectos femeninos nunca vean la luz. Apoyemos, halaguemos, compartamos todo lo que hacen nuestras amigas (las amigas 'reales' y las amigas en potencia). Y esta tarea me la llevo también yo, para cada día, todos los días.

¿Y si eres hombre? Gracias porque tu apoyo a los proyectos y negocios femeninos se valora con el alma. Gracias porque a veces tienes menos miedo de ser expresivo con tu apoyo. También nosotras reconocemos tu esfuerzo y estamos trabajando para que nuestra sororidad contribuya a construir una sociedad más empática y armónica en la que tú también estarás feliz de vivir.