Peripecias al usar Zoom

Esto del trabajo a distancia ha significado una revolución en todo sentido y seguramente ya han visto las tragedias que pasan al hacer nuestros pininos en Zoom:

- personas que llevan la computadora al baño mientras están en reunión (?) con video encendido (??).
- servidores públicos que se cambian de blusa en sesión parlamentaria (?) con video encendido (??)
- abogados que están en audiencia sin pantalones (?) y se levantan (??) (o servidores públicos que olvidan que hay un 'recoveco' por el cual podemos ver que andan free style (???).

No sé ustedes pero yo reviso a cada rato que mi video o micrófono en una reunión de Zoom no se haya activado sin mi consentimiento como por arte de magia, para que no vaya luego a andar pasando vergüenzas. Gracias a Dios, los duendes de Zoom aún no me juegan TAN mala pasada.

Por otro lado, usar Zoom para juntas, talleres, clases, etc. también tiene sus bondades, las cuales me permito enlistar a continuación:

1.- Puedes vivir sin maquillarte. Que digo maquillarte, sin peinarte. Al principio creía que esto era al revés (que como estabas en cámara necesitabas más producción), pero he ido descubriendo que en el ángulo correcto, con la iluminación (o no iluminación) correcta, y con los lentes correctos, el rímel hace cero diferencia.

2.- El botón de 'silenciar a todos' (o a uno). Los que somos profes hemos amado este botón. Es un poder casi místico: alguien tiene su micrófono prendido (sin querer o queriendo) y está distrayendo la clase y con la magia de un click, adiós ruido. También está la magia de 'retirar de la sesión' (no la he aplicado, pero me imagino la satisfacción que debe dar esa sensación).

3.- Es una excelente oportunidad para ser consciente de nuestros gestos. En algún curso que tomé, nos decían que nos grabáramos dando clase para reconocer 'puntos ciegos' en nuestra comunicación no-verbal (no sonrío-sonrío mucho, -no asiento-asiento demasiado, no hago contacto visual-hago mucho contacto visual, etc.). Pues Zoom te da la oportunidad de generar esa auto-conciencia y ajustar conforme lo veas necesario.

4.- Los chats privados dentro de Zoom. Hola manera institucional de 'pasar recaditos en clase'. Claro que su uso (al menos en mí) también genera cierta paranoia de '¿lo mandé a todos?, ¿se lo mandé solo a la persona que quería?, pero es la misma adrenalina que una notita old-fashioned generaba.

5.- Interacción fake estilo el video de:
- Buenos días-
-Sí se escucha-
-No se ve la presentación-
-Muchas gracias, profe-
Aunque por un lado es triste el cero control que hay sobre qué tanta atención están poniendo las personas en una reunión, Zoom te da la opción de aparentar interés con los gestos correctos en los momentos correctos. Si uno es el que está dando el taller/clase/sesión, no te queda más que confiar en lo mejor y asirte a esos pequeños intercambios como validación. Si estás tomando el taller/clase/sesión, puedes disfrutar los beneficios del multitasking (mi voz moral no lo recomienda en exceso) que Zoom te ofrece.

Y pues...tendremos Zoom para rato. Habrá que empezar a encomendarnos a algún santo para que nos libre de volvernos virales por una traición de Zoom.

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