Dios a través de las mamás

Estas siguientes líneas son una muestra pequeñita de la admiración y el cariño que le tengo a mi mamá, y a mis amigas que son mamás. 

Pregunta la Escritura, "¿Acaso se olvidaría la mujer de su bebé o dejaría de compadecerse del hijo de su vientre? Pues aunque una madre se olvidara de su hijo, yo nunca te olvidaré" (Is. 49, 15). No encontró Dios, a través del profeta, una mejor metáfora para ilustrar su amor incondicional, que con el amor de una mamá por su hijo o hija. Creo que las mamás son uno de los mayores reflejos de Dios en la tierra, y hoy les quiero contar 5 razones de por qué lo creo así:

1.- "Este es mi cuerpo, que será entregado por ustedes" (Lc 22, 19). Las mamás entregan su cuerpo, casi literalmente, por sus hijos. Mis amigas que son mamás -y que por cierto son hiper sabias-, cuentan cómo el embarazo y el traer a sus bebés al mundo, es un proceso mágico, pero doloroso. Sólo puedo imaginarme las incomodidades, el hambre, las náuseas, el peso del bebé, los cambios en el cuerpo y mil cosas más, que las mamás viven, por amor a sus hijos. Tan solo por ese acto generosísimo y amorosísimo de cuidar otra vida dentro de ellas, las mamás deberían tener pase directo al cielo (¡la verdad, creo que sí lo tienen!). Pero no conformes con esta entrega al inicio de la vida de sus hijos, las mamás siguen entregándose, por el resto de su vida:

2.- "Te alimentaré con flor de harina y te saciaré con miel silvestre" (Salmo 80). La capacidad de las mamás por alimentar a sus hijos no se detiene con la lactancia (que de por sí es una maravilla. Mis mismas amigas súper sabias dicen que hay una especie de conexión entre el hambre de sus hijos y la leche que produce la mamá, o sea cuando la mamá produce la suficiente leche, el hijo se despierta a los pocos minutos, díganme si eso no no es una sincronía divina). Uno de los personajes más queridos de la película de Coco, es la abuelita de Miguel, quien se encarga de zamparle tamales, cual buena abuela y madre mexicana, y cual hacen las mamás con sus hijos por un aproximado de 19,710 veces (y eso contando solo hasta que la criatura tiene 18 años).

3.- "Todas las cosas son posibles para Dios" (Lc 1, 37). Pues todas las cosas son posibles para las mamás. Tengo amigas que tienen 4 hijos, un negocio próspero, son docentes, y aparte siempre están guapísimas (nada es imposible para las mamás). Claro que esto es totalmente por gracia divina. Hoy en la mañana hablaba con otra amiga (no mamá aún, pero recién casada), que me decía que definitivamente el matrimonio te incluye la gracia para tener virtudes insospechadas, a fin de llevar a cabo tu vocación. Creo pasa lo mismo con las mamás, que Dios les manda junto con sus hijos e hijas, un paquete de gracia cargado de toneladas de paciencia, ternura y perseverancia, y sobre todo (yo juro que sí, aunque ellas lo nieguen), el don de la bilocación. Lo vi (y lo veo aún, gracias a Dios) con mi mamá que mientras criaba 3 hijos, trabajaba tiempo completo, mantenía una casa y de alguna manera nos llevaba a todas las piñatas de los niños del salón. Gracias, mamá.

4.- "¿Podrá el hombre hallar un sitio donde yo no pueda encontrarlo?" (Jer, 24). ¿Quién no clamó ayuda a su mamá para encontrar alguna ropa, papel importante, o recuerdo random, jurando que "no lo encontraba"? ¿Y a quién no le dijo su mamá: "y si yo lo encuentro, ¿qué te hago?" (no se crean, mi mamá linda nunca dijo eso, jajaja). Al día de hoy, en plena adultez, yo hago eso. Y lo más milagroso de todo, es que mi mamá encuentra todo: TODO. Las boletas del kinder, la cartilla de vacunación, el ticket de un vestido, en serio, todo. Y qué decir del poder mágico de las mamás para leer tu cara, tu tono de voz o tus silencios. El instinto maternal es más efectivo de lo que fue la KGB, y ya quisieran los fiscales tener los poderes de las mamás para sacarle la sopa a los hijos. (Por algo AMLO le pedía a las mamás que le dijeran a sus hijos que se portaran bien y que no le entraran al narco para así solucionar el problema de inseguridad en el país, ¿Se acuerdan? jijiji). 

5.- "Dios es bondadoso y compasivo, lento para enojarse y generoso para perdonar" (Salmo 103). Neta, neta, neta, creo que nadie perdona más que una mamá. Y para muestra, la mamá del Chapo que cero le da pena escribirle a AMLO y saludarlo gustosa en medio de la pandemia. (perdón por incluir a AMLO 2 veces en estas cortas líneas, pero es que tiene anécdotas muy chistosas). 

Gracias mamás por su paciencia, por su bondad, por su eterna sonrisa, y por su testimonio de vida. Gracias a las mamás que le están enseñando a sus hijos e hijas a ser serviciales, valientes, comprometidos y amables. Gracias a las mamás que se muestran vulnerables con sus hijos, a las mamás que saben que no son perfectas, pero que tienen a un Dios perfecto que camina junto con ellas. Gracias mamás, por mostrarnos el rostro de Dios.

¡Feliz día de las madres! (Aquí mi mamá y yo hace muchos ayeres en un lugar muy frío pero muy feliz):



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