COVID-19 ¿Obedecer a la autoridad?

Amigos y amigas, este blog es camaleónico como los más. La semana pasada les platicaba de Betty, la fea y de Molly Weasley y ahora va a incluir mis pensamientos (muy muy humildes y muy muy personales, claro)...chan chan chan...políticos. Estos pensamientos también van a ser muy muy acotados: únicamente en función del tema de los últimos meses: el COVID (última vez que escribo 'muy muy'). Aclaro que estas líneas aplican para la situación en México, en donde a nivel nacional, y en el mejor de los casos, quedan 15 días (dependiendo de tu municipio) de 'quedarse en casa'.

Desde que profundicé en el tema de la Guerra Cristera (por allá de mi muy lejana prepa, que pensándolo bien, no sé qué tanto habré profundizado en aquel entonces), tengo muy en claro que dentro de mi 'jerarquía de valores políticos/sociales/etc', está la libertad y la protección de los derechos humanos (dentro de los que se incluyen la libertad de expresión, de asociación, religiosa y también los menos conocidos derechos a 'igualdad salarial' y remuneración digna por el trabajo). Sin embargo, esta libertad tiene ciertos 'asegunes', pues al ser seres sociales, vivimos en comunidades que requieren de normas y principios legales que aseguren a todas las personas el disfrute de sus derechos. Pienso, por ejemplo, en el derecho a la 'remuneración digna'. Si alguien fuera una mala persona y se rehusara a pagar salarios dignos a sus empleados, debe entrar la autoridad para asegurar que estas personas no están siendo víctimas de explotación. En corto, mi libertad tiene límites. No puedo contaminar los ríos (otro ejemplo) so-pretexto de que soy libre, pues vivo en comunidad y mis derechos terminan donde inician los de los demás. 

He leído algunas voces (creo pocas que conozca personalmente, pero ya ven como es el Internet de incendiario) pidiendo que se abran los templos, las tiendas y (sobre todo) las estéticas (no se crean con ese 'sobre todo'). Algunos con argumentos tétricos como que todo esto del Coronavirus es un complot de Bill Gates / George Soros / los reptilianos / la OMS / las farmacéuticas / China / etc. Otros llamando a una especie extraña de heroísmo y valentía en donde desobedecer al gobierno (y a la Iglesia  católica como institución) es sinónimo de santidad. Al hacerlo, tal vez individualmente nos sintamos, (tristemente) 'más santos' (y habría que pensar entonces qué entendemos por 'santidad'), pero estamos poniendo en riesgo a todos, y sobre todo, a los más vulnerables. Creo que sería importante recordar uno de los pilares del Cristianismo: 'que todos somos uno solo, en Jesús' (Gal. 3, 28) y también que 'todo lo que hiciste por el más pequeño, a mí me lo hiciste' (Mt. 25, 40). 

Si me preguntan que si quiero salir, la respuesta es sí. Si me preguntan que si extraño ir a misa, la respuesta es que sí. Pero estoy consciente de que en este momento no se trata de mi (creo pocas veces se trata de uno mismo), sino de una comunidad. Que si va a tener que cambiar el sistema económico como lo conocemos, indudablemente creo que sí, pues la producción, el consumismo y el materialismo no pueden ser los ejes de una sociedad en donde casi la mitad de la población mundial vive en pobreza (y por lo tanto sufre especialmente los estragos de esta pandemia). Que si está habiendo pérdidas multimillonarias en estos momentos, seguramente también, pero creo que esto puede ser, más bien, una invitación a reformular los sistemas y los valores que hemos dado por hecho, y a reconocernos parte de un todo. No solo parte de mi grupito, o de los que piensan como yo, sino parte de de toda la 'raza' humana.

Seamos solidarios. Por el bien de todos.

(A la siguiente vuelvo a hablar de Betty, la fea)


Referencia sobre el dato de la pobreza mundial:
Banco Mundial (2018) Comunicado de Prensa
https://www.bancomundial.org/es/news/press-release/2018/10/17/nearly-half-the-world-lives-on-less-than-550-a-day

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