De cómo hay México en India - o India en México - (y del mismo modo a la inversa y en sentido contrario)

Cada día que pasa encuentro más similitudes entre México y la India. No sé si esto es:
a)      Bueno para México
b)      Bueno para la India
c)       Malo para ambos
d)      Prueba de que trato de “integrarme culturalmente” (recuerdo de mis clases de “comunicación intercultural)


En fin, el caso es que pasado el shock inicial casi obligatorio que se vive al llegar a Calcuta, uno aprecia la belleza de la ciudad y no sólo eso, uno empieza a sentirme tan en casa que caminar por las calles calcutenses es como imaginarse caminando entre la Ocampo y Niños Héroes en Chihuahua (exagero sólo un poquitín). Lo que he encontrado - so far -  es que:
§         El pueblo indio es un pueblo religioso en el sentido folklórico.
Desde que inició el mes de octubre hasta el día de hoy han tenido los festivales en honor a las diosas Durga y Kali (los hindús) y justo ayer fue un día de sacrificio de cabras para los musulmanes (eso se escuchó muy extraño pero realmente no sé cómo más describir la fecha porque…¡no entendí el nombre de la celebración!). En estas fiestas las calles se cierran para que pase “la Tambora” (que son como “Los Matachines” ¿ven qué parecido tan asombroso? Jeje), los negocios no abren, hay desfiles todas las tardes y construyen “Pandals” (templos temporales super coloridos). En este sentido, qué decir de México donde todos somos Guadalupanos, le cantamos las Mañanitas a la Virgen, vamos de rodillas a San Juditas, cantamos “Os pido Posada”, crucificamos a Cristo cada viernes Santo, y ponemos a San Antonio de cabeza cuando se nos hace que “ya se nos está yendo el tren”.
§         El pueblo indio es un pueblo con tradiciones que a otros podrían resultarles perturbadoras.
 El 2 de Noviembre llevamos a los niños de Daya Dan (la casa para niños especiales de Madre Teresa en donde estoy colaborando) al cementerio y mientras los demás voluntarios estaban en shock porque adornaran la tumba con velas, flores e incienso, yo trataba de reservarme mis comentarios sobre cómo en México no sólo adornamos las tumbas, sino que incluimos comida de todo tipo para el muertito, calaveritas de azúcar, fotografías, perros y cruces hechas con cempaxúchitl en los altares (y cómo nos burlamos de la muerte – y de los que aún no se mueren- escribiendo las “Calaveritas” y publicándolas en los periódicos).
§          Para el pueblo indio la familia es muy importante.
Cuando tenemos pláticas “profundas” entre los voluntarios, casi todos hablan de cómo en Europa o EEUU es importante “salirse de su casa” al llegar la edad de ir a la Universidad y el hecho de quedarse en casa después de graduarse es impensable pues todos preguntarían “¿por qué no te has ido de tu casa?” (vieron  la película de “Failure to Launch” o algo así?) En el caso del pueblo indio, la pregunta para alguien que se mudó fuera de casa de sus padres (pero no de ciudad) sería “¿por qué te saliste de tu casa? ¿tenías problemas en tu familia?, ¿ya no aguantabas a tus papás?”.
En México la pregunta sería básicamente la misma si alguien de 18-25 años se sale de la casa de sus papás pero aún vive en la misma ciudad. Creo yo, tenemos permiso y total aceptación social para quedarnos en casita hasta casarse o mudarte por causas laborales.
§         El pueblo indio - en su base- , sobrevive de las “tienditas de la esquina”.
Sólo que aquí no están sólo en las esquinas, sino esparcidas por toda la calle. En 1 cuadra hay 7 locales (no 6 y no 8, eh? Jeje) de abarrotes , 3 negocios de té chai, 2 de egg rolls, 2 de sanwiches, 1 fonda y una amplia variedad de venta de: luces de emergencia, relojes, zapatos, blusas, sarees, cintos, copiadoras, lentes, fruta, etc. Respecto a México, sobra decir que por algo Fox quería mover la economía de las familias mexicanas haciendo crecer los “changarros” de hamburguesas, tortas, elotes, las desponchadoras, refinadoras, papelerías, mercerías, paleterías, farmacias, etc.
§         El pueblo Indio se vuelve loco con las películas de “Bollywood”
“Bollywood” es la industria cinematográfica más próspera del mundo (sí, Los Angeles se queda corto con Mumbai!) y sus películas se caracterizan por el intenso drama y emoción en sus personajes (y por los bailes y canciones que incluyen).
Por otro lado, el pueblo mexicano se vuelve loco con las telenovelas (el equivalente casi idéntico a Bollywood). Simplemente no podemos negar los fenómenos de “Rebelde”, “La Gaviota”,  o “Mirada de Mujer” y cómo los “close-ups” de las novelas de las 9:00 pm en el Canal de las Estrellas son el drama encarnado.
§         El pueblo indio tiene un grado relativamente alto de “sentido de comunidad” y solidaridad. En las calles la gente se ayuda una a otra (a subir al camión, cruzar la calle, preguntar el precio de algo, cuidar a los niños, etc.).
El pueblo mexicano solía ser así, cuando en una calle salían todos los vecinitos a jugar futbol y los cuidaba cualquiera de las mamás, o solíamos no pasar de largo ante alguien a quien se le había ponchado el carro o necesitaba saber una dirección. Claro que desde la “Ola de Violencia” (no me gusta ese título pero no sé cómo más llamarle a la situación en México porque no es sólo “la guerra contra y entre el Narco”) tristemente hemos perdido mucho de eso… y ahora vemos todo intento de amabilidad como un potencial secuestro.
§         El pueblo indio es bonachón y despreocupado respecto a su vida laboral.
En algún lugar leí la teoría de que los países cálidos tienden a ser menos desarrollados (pero más felices en general) que los países fríos porque simplemente sólo alargan la mano y se comen un buen banano (como diría Balú el oso del Libro de la Selva que, por cierto, es de la India) sin necesidad de pensar en técnicas de cultivo y cosecha. No sé si sea debido a esto o por qué, pero el indio es bastante tranquilo y para muchos, el trabajo no es fruto de estrés sino forma de ganarse el pan sin mucho esfuerzo. Es decir, se trabaja para sobrevivir, no se vive para trabajar (cliché pero ilustrativo). En México – la base – aún no considera el trabajo como la fuente suprema de su existencia (como en muchas ocasiones sucede en Europa o EEUU). Para bien o para mal.
“En conclusión” (mis entradas de blog tienen mucho de la Mtra. Graciela Pérez de Durán como podrá usted notar jeje) el pueblo indio y el mexicano son pueblos hermanos. He dicho.
PD. Ok, exageré, exageré con eso último,  pero espero que ambos países puedan proseguir su desarrollo (ya que están “en vías de”, India más avanzadito claro está, dicho por el mismo Obama) económico sin perder su esencia alegre, familiar, su espiritualidad y la capacidad de disfrutar los  momentos bellos de la vida que al fin y al cabo para eso estamos aquí: para vivir y no para simplemente sobre-vivir. (Tere versión cursi 2.0).

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