¿Por qué estás en Calcuta?

Una pregunta simple, corta (sólo 4 palabras!) y bastante elemental pues el hecho de estar en Calcuta involucra comprar boleto de avión, ponerle "pausa" a la vida "real" (me encanta usar las "comillas"), acostumbrarse a varias cosas anteriormente contadas en este mismo espacio, entre otras cuestiones más triviales como conseguir una visa, conseguir permiso, conseguir dinero, etc. 

A lo que me refiero es que el venir hasta la India no es algo "random" por lo que simplemente uno diga: "caramba (o su expresión favorita: recorcholis, caracoles, recáspita Batman, santa cachucha y otras que no puedo decir porque no son clasificación A y este blog es totalmente clasificación A) ¡estoy en India!"  y...¿Y PARA QUÉ?

Hace 3 domingos, la Hermana encargada de los voluntarios nos preguntaba que por qué creíamos que Dios nos había mandado a Calcuta, y las respuestas fueron muy variadas, desde las surgidas por motivos religiosos, humanitarios, para olvidar, para escapar, para conocer, pero una de las que más me gustó fue la de una buena amiga mexicana que dijo "vine a Calcuta a aprender a amar", y me gustaría decir que yo también vine a Calcuta a aprender a amar pero creo que yo estoy un nivel más abajo en la "escalera del amor" (recordé la canción de "la pecera del amor" pero usted amable lector por favor no la recuerde).

Yo creo que vine a Calcuta a "aprender a ser amada", vine a Calcuta a re-descubrir el amor de Dios, a descubrirlo en un nivel que jamás pensé que fuera posible, pero claro, para Dios todo es posible y todo es...infinito así que los niveles nunca se acaban en su "escalera del amor".

En un inicio,yo quería venir a Calcuta porque pensaba que la Madre Teresa era una combinación de lucha por la justicia social con una dosis de catolicismo, una especie de Che Guevara con Santa Teresita del Niño Jesús, Eva Perón (la parte buena) y Juana de Arco. En mi mente, la Madre Teresa se había indignado con la desigual repartición de riqueza en el mundo y había querido hacer algo al respecto. Pensaba: "esta mujer es una revolucionaria, alguien que dentro de la Iglesia está indignado con la situación económica mundial, ¡qué bueno!" pero lo que nunca había comprendido es que su motivación era algo mucho más grande y mucho más completo. Su motivación se llama Jesús.Su motivacion consistia en que por medio de su trabajo, ella saciaba la sed de Dios. La sed de Dios de amar y ser amado.

*los siguientes párrafos contienen altas dosis de cursilería y locura, mi consuelo es que Santa Teresa de Avila alguna vez dijo "si esto es la locura, ¡oh dulcísima locura!" y claro que lo que pueden tener de locura estas palabras no se comparan a las de ella, pero aun asi, prevengo al amable lector acerca de los siguientes parrafos. Ojala aun asi se animen a leerlos.* 

*Asi mismo pido perdon por la falta de acentos de este parrafo en adelante *

Vine a Calcuta a aprender el amor de Dios: algo que sabia mi mente, pero no sabia mi corazon. Mi corazon no sabia tantas cosas que mi mente habia repetido y grabado por anios. Aunque mi mente comprendia que "Dios me ama hasta el extremo, pues murio por mi en la Cruz", mi corazon no lo sabia: mi mente comprendia que la oracion era vital y que era la fuente de la verdadera fe y el verdadero amor, pero mi corazon no lo sabia; mi mente sabia que "Dios es AMOR y que el cristianismo mismo puede ser resumido en Amor" pero mi corazon no tenia ni idea.

El Padre Joseh Langford, fundador de los padres Misioneros de la Caridad, decia que "Si sumaramos todo el amor que han tenido todas las personas que habitan el mundo, sumado al amor de todas las personas que han habitado el planeta en los siglos anteriores, mas todo el amor que tienen los Santos, los angeles y querubines en el cielo y lo vaciaramos en un contenedor para dirigirlo a nuestro corazon, aun asi, esto se quedaria infinitamente corto comparado con el amor que Dios nos esta expresando en este momento a cada uno de nosotros". El amor de Dios es vivo, es eterno, es infinito. Su amor no tiene que ver con nosotros, tiene que ver con EL, y por lo mismo, nunca haremos algo tan bueno como para El nos ame mas, ni algo tan malo como para que El nos ame menos. Nos ama porque somos SUYOS, somos su creacion. Asi como un padre se deleita al contemplar a su hijo dormido en sus brazos, asi se deleita Dios con cada uno de nosotros, cada minuto de nuestras vidas. Dios no solo nos ama, sino que tiene sed de nosotros. 

Y esto es lo que enmarca la espiritualidad de Madre Teresa, el "I thirst" (Tengo Sed) que esta pintado en cada capilla de las Misioneras de la Caridad no habla solo de una sed fisica que Jesus exclamo en la cruz, y que exclama a traves de los mas pobres de entre los pobres, habla de que El, el creador del universo, el todopoderoso, tiene sed de nuestro amor, tiene sed de almas, tiene sed de que tengamos sed de El. 

 Cuando Jesus le pide agua a la Samaritana diciendole "Dame de beber" (Jn. 4, 7)  no era agua lo que queria, el mismo Dios tenia sed del amor de su pobre creatura. Y lo mas impresionante es que Dios nos dice "Dame de beber" en cada instante de nuestras vidas. Quiere que le demos nuestras alegrias, nuestras tristezas, nuestros pecados, nuestro trabajo, nuestro amor hacia El y hacia los demas. Tiene sed de nosotros, El quiere saciar nuestra sed de amor, y solo El puede hacerlo. Le duele que estemos eternamente sedientos, buscando agua en otros manantiales.

Y eso es lo que encontre en Calcuta: una pequenisisisima muestra de la sed de Dios, un encuentro con Su Amor que, nuevamente, mi mente siempre supo, pero mi corazon nunca habia bajado la guardia lo suficiente como para inundarse de El. Gracias a Dios que por medio de Madre Teresa al fin sucedio. Vine a Calcuta a aprender la leccion mas bonita de todas: la del amor.