Para explicar Calcuta, todo es cuestión de multiplicar...

El número de veces que escuchaba el sonido de un claxon en un día ajetreado en Chihuahua multiplicado por 85, es la cantidad de veces que oigo el claxon de carros, rickshaws (conocidos en los bajos mundos como “tuc tucs” que son unos mini carritos como de golf bien simpáticos), motos, camiones, trenes y hasta carretas (sí, tienen claxon!) en un día tranquilo en Kolkata (no kidding!)




La cantidad de personas que caminan en una calle principal de Chihuahua, digamos la “Niños Héroes” multiplicadas por 8, son la cantidad de personas que hay en una calle relativamente vacía de Kolkata. Ahora bien, de este número de personas, las mujeres llevan coloridos saris, punjabis, o burkas (dependiendo de la religión, edad, clase social, etc.) y los hombres vestimentas blancas, turbantes, toallas, o simplemente andan “shirt-less” con una toalla larga del ombligo para abajo. Y claro que uno también encuentra modas innovadoras como aquel folclórico señor que llevaba por ropa únicamente enormes bolsas de plástico transparentes y se encontraba alegremente sentado afuera de la estación de tren. Cuando lo encontramos, Jim (un voluntario irlandés que lleva 17 años en la India trabajando con las Misioneras de la Caridad) le dijo que “his outfit was not nice” y le puso unos pantalones y una camisa naranja. El señor le presumió a la gente de los puestos de alrededor su adquisición mucho más conservadora jeje.


Los olores que hay en ¨la Liber” de dogos, dorinachos, elotes, pizza y banderillas multiplicado por 7 y aderezados con una sana combinación olorosa de fritangas, papas, cartón, carne, frutas y demás olores de los que no pienso entrar en muchos detalles por su poco atractivo para el amable lector, es el olor característico por las calles Indias.


La pasión que le pone Andrea Boccelli a “Por ti Volaré” multiplicado por 3 es la pasión con la que cantó Justice (uno de los niños más grandes de “Daya Dan”: que es una Casa que tienen las Misioneras de la Caridad para niños especiales huérfanos) la canción de “Love in Action” para el festival en honor al Centenario de Nacimiento de la Madre Teresa.


La determinación, firmeza y cariño de la maestra de Hellen Keller (que creo que se llamaba Anna jeje) multiplicada por 25 (que es el número de niños en el primer piso de “Daya Dan”) es lo que describe a Sister Jonafa (la Hermana encargada de la Casa).


Las veces que una persona totalmente random te dice “hola” en las calles de Chihuahua multiplicadas por 20 es la cantidad de veces que en promedio te dicen “heeello” en las calles de Kolkata. A ese “helloooo” le pueden agregar un “madame”, “auntie”, “friend” o “sister” (si la persona ya de plano es muy abierta jaja). No importa que uno esté en condiciones físicas aberrantes (chorreando sudor, y con una combinación de caja fuerte por atuendo jeje)


La cantidad de veces que había estado a punto de morir atropellada o en un accidente automovilístico antes de esta experiencia y multiplicadas por 100 (again, no kidding!!) son las veces en las que he temido por mi vida en las calles de Kolkata. ¡Pero asombrosamente nunca he visto ni un choque ni un atropellado!


La fauna con la que uno convive normalmente en Chihuahua (en mi caso: mi perro Poffy, Lady Gaga mi pez y alguna hormiguita o mosco por ahí) multiplicada por 4, más un buen número de cabras, vacas, ratas, gallinas (y cruzas entre los animales antes mencionados) son los compañeros de trayecto normales de un peatón en Calcuta (minus los peces, claro!)


Mi lista de “comidas favoritas” ha sido multiplicada por 2 para incluir: los egg rolls, los pancakes de chocolate, el kashmiri kofta, “las papas con tortitas de la calle que no sé como se llaman”, los paneers, los dulces indios! y el té que dan en las mañanas en Mother House.


Y claro que hay emociones y momentos vividos que no puedo poner en números como:


- El gozo y la paz que se respiran en las Horas de Adoración al Santísimo en “Mother House” (la casa principal de las Misioneras de la Caridad)


- Las sonrisas de los niños de “Daya Dan” o cómo se pone la piel chinita cuando te empiezan a reconocer y a decir “Auntie”.


- El optimismo y la alegría de los cientos de voluntarios que vienen a colaborar a Kolkata, y el enorme deseo que tienen de encontrar la voluntad de Dios para sus vidas.


- La admiración que siento al escuchar las historias de muchos de estos voluntarios españoles, estadounidenses, japoneses, portugueses, etc. y cómo viven la caridad, la esperanza y la humildad, cada uno a su manera y sin importar si son budistas, hinduistas, agnósticos o cristianos.


- Las veces que Ale y yo nos reímos de todo y de nada a la vez.


- Las momentos que me han llevado a concluir que “las Misioneras de la Caridad son WOW” (a falta de una mejor palabra…una onomatopeya! Jeje).


- Los momentos de genuina amistad y de risas que se viven con los voluntarios y las historias tan increíblemente impactantes (para bien jaja) de muchos de ellos! (sólo el día de hoy escuché 3 historias que son dignas del “Top 10 de las historias más intensas que Tere ha escuchado en los últimos tiempos”)


- ¡Las veces que Dios me ha expresado su interminable e infinito AMOR y cómo he descubierto que a cada uno de nosotros nos consiente hasta el extremo de mil maneras todos los días.



Comentarios

  1. Ma.Teresa! amigaaa me haces llorar con este blog. No lo había podido leer pero me da miiiil gusto saber que te está yendo tan bien y todo lo que Dios te está permitiendo conocer.
    Que te permita tmb compartirlo con todos los que te queremos y con quienes aún no te conocen.
    Te quiero muuuucho y te admiro muchísimo también. Quiero estar con vos (recordando Madrid je), q experiencia más increíble!
    Bendiciones abundantes, un abrazo!
    Beba

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  2. Hola Tere Soy Vicente, de España...como me has puesto el enlace de este blog en el facebook. Me he puesto, aqui en un rato libre de la farmacia a hojearlo......te puedes creer que en muchas ocasiones...me has echo reir y en otras...entrarme una melancolia...que estoy a punto de comprarme otro billete de avion a Calcuta...ha sido una experiencia increible, que las palabras no alcanzan a describir. Gracias por este blog..asi siempre recordare a esos niños tan queridos. Mucha suerte Tere...un placer haber coincidido contigo.

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